Mantén tu vida social mientras te desempeñas como cuidador

Evita el aislamiento y la soledad del cuidador

Puedes comenzar a sentir los efectos del aislamiento social por pasar mucho tiempo con tus tareas de cuidado. Protégete de la depresión y del estrés aceptando que tu vida es tan importante como la de tu ser querido. Hazte un tiempo para ti, tu familia y tus amigos.

Descansa de las tareas de cuidado

Programa tiempo para ti. Recurre a amigos y familiares para que te reemplacen durante tu tiempo de descanso. También considera contratar cuidadores profesionales para que se ocupen de tu ser querido cuando tú no estés. Aprovecha al máximo tu tiempo libre con actividades planificadas. Planifica la cantidad de tiempo adecuada para sentirte renovado, como descansos breves, un día libre establecido o vacaciones.

• Descansos breves

Tómate alrededor de una hora para descansar de tus tareas de cuidado. Reúnete con amigos para tomar un café o almorzar, o programa una hora en el gimnasio con un miembro de la familia.

• Días libres establecidos

Programa un día libre cada tanto para pasar el tiempo con amigos. Aprovecha ese tiempo extra para actividades que te gusten y usa el día completo para recargar energías.

• Vacaciones

Tómate una semana de descanso de tus tareas de cuidado para renovarte realmente. El tiempo libre prolongado te ofrece la oportunidad de centrarte aún más en tus relaciones y en ti mismo. Si organizaste cuidadosamente un plan de salud para tus cuidadores de respaldo, puedes descansar con facilidad.

• Limita los controles

Probablemente quieras hacer una llamada rápida cuando no estés para conocer el estado de tu ser querido. Eso está bien. Pero intenta limitar los controles. Pueden crear preocupaciones que no te dejen disfrutar de tu tiempo personal.

Recuerda: las tareas de cuidado son solo una parte de toda tu vida. Encuentra el equilibrio ideal entre las relaciones con amigos y familiares, y tu trabajo como cuidador. Podrías descubrir que te sientes mejor con respecto a ambos.